Papirofelxia de animales,Origami.
Cuando trabajamos actividades artísticas manuales, llegamos antes o después, al trabajo con figuras de papel. La papiroflexia, como llamamos en España y muchos otros lugares a esta forma de realizar figuras con hojas de papel, es una actividad muy antigua que lleva trabajándose casi desde siempre en las escuelas. Para aprender cómo hacer figuras de papel, tan solo deberemos tener presentes una serie de pasos (y en función de la figura a realizar) que consistirán en dobleces en un sentido determinado del papel y cuyo resultado se traducirá finalmente, y siempre y cuando hayamos procedido correctamente, en un barquito, un pájaro, o cualquier otra figura interesante.
En la actualidad, otras formas de trabajar figuras de papel propias de otras latitudes se han colado en nuestras vidas, hasta el punto de formar ya parte también de nuestras actividades artísticas cotidianas. Es precisamente lo que ocurre con el origami, una disciplina japonesa que consiste en trabajar con el papel a través de pliegues y sin usar tijeras ni pegamento. Es decir, que apenas en nada se diferencia esta disciplina del origami de la nuestra tradicional de la papiroflexia. En algunos lugares del mundo, la diferenciación entre una y otra se establece en la relación que se hace entre el origami y las figuras zen y/o religiosas y la que se establece, por el contrario, con la papiroflexia y las figuras realizadas por simple entretenimiento y de temas bastante más triviales.
Pero lo cierto es que parece ser que la única diferencia constatable entre el origami y las figuras de papiroflexia tradicionales, es que el origami trabaja siempre con formas de papel cuadradas o rectangulares, y tiende a basarse en la recreación de elementos naturales de nuestro alrededor, es decir, la fauna, la flora, las ciudades…
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