Un mundo de sonrisas

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                           Las Habichuelas mágicas                 Juan vivía con su madre en el campo. Un día, mientras Juan paseaba, Se encontró un paquetito debajo de un árbol. Miró dentro del paquetito y vio que en él sólo había unas pequeñas semillas redondas; entonces, Juan se guardó las semillas en el bolsillo y se fue muy contento a su casa. Juan plantó las semillas en el jardín de su casa y se fue a la cama porque estaba muy cansado. A la mañana siguiente, Juan descubrió que, de las semillas, habían crecido raíces y tallos tan largos que se perdían en las nubes. Juan trepó por uno de los tallos y al llegar arriba, vio un castillo. Juan se acercó al castillo y entró con mucho cuidado. Dentro del castillo, sentado en un sillón, vio a un gigante que roncaba sin parar, con un montón de monedas de oro a sus pies.   se acercó al gigante de puntillas y se llenó los bolsillos de monedas. Pero, de pronto, el gigante despertó y, dando un rugido, intentó atrapar a Juan. Juan

Necesitaran una silla por cada jugador,Un dibujo tamaño D-3 del personaje favorita de cada uno.tijeras,lana de color beig,blanco o amarillo.platos de cartón desechables uno por cada jugador,un rollo de cartón tipo de servilletas o papel de platina por niño. El juego consiste en quien come primero el plato de lana,que en este caso son unos deliciosos espaguetis.

Materiales: Base de glicerina vegetal para bebés opaca, unos 40 gramos. Colorante para jabón de glicerina liquido,unas gotitas,en este caso verde pistacho,rojo vivo y amarillo huevo. Una jarra medidora de platico. Vasos de plástico desechables. Paletas de madera. Bascula de precisión. Alcohol 96ª. Esencia aromática para jabón de glicerina al gusto,en este caso plátano,fresa y manzana ácida. Unas 6 gotas por fruta.. Molde de silicona semi-rígido con motivos de frutas. Desarrollo: Calentar la glicerina sin que llegue a hervir,una vez derretida la verterá el adulto en la jarra. Ahora irán vertiendo la glicerina en los vasos desechables los peques un vaso por cada color. Ahora cogerán un vaso y le añadirán unas gotas de colorante y unas gotas de esencia ,una ves hecho esto se remueve bien y lo vierten en el molde. Una vez ya esta el liquido en el molde rocían con un poco de alcohol 96º para eliminar las burbujas. Para el resto de las frutas harán el mismo proceso pero con o

Esta oca es de cosecha propia la hice con paint y pictogramas de arrasac. Se juega como la oca tradicionas con dado y fichas y según caigas en las casillas de comida pues tienen que decir el nombre del alimento y situarlo en la pirámide alimenticia si es lácteo,fruta,etc,y si les gusta o no.

Pueden coger la plantilla y plastificarla,luego ponerle velcro y pegar la comida. Otra variante seria la plantilla sin plastificar y ir dibujando un plato una paella ,sopa,ensalada lo que más le gusten.Y también pueden hacerlo con recortes de revistas.

El cuento de “La dieta de Rino” Hubo un tiempo, mucho antes de que se escribieran los primeros cuentos y los lobos y los cerdos se convirtieran en enemigos, en que estos animales eran muy buenos amigos. Eso a pesar de que eran tan distintos como la noche y el día. Eso les pasaba a los protagonistas de esta historia: un pequeño lobo llamado Lupo y un cerdito de nombre Rino. Los dos eran muy amigos. Jugaban juntos a la pelota los días de sol y se escondían de la lluvia bajo el viejo castaño, mientras el pequeño lobo, que tenía mucha imaginación, le contaba historia imposibles a su amigo Rino. Pero a veces, eso de ser tan diferentes, daba pie a más de una pequeña discusión. Y es que el Rino era alegre, parlanchín y muy presumido. Le gustaba vestir siempre elegante y se pasaba horas delante del espejo peinándose con esmero. A veces, hacía esperar tanto a su amigo, que el pobre Lupo había cogido la costumbre de llevarse siempre un libro consigo. De esta forma, aunque el cerdito

El mago alérgico Había una vez un mago simpático y alegre al que encantaba hacer felices a todos con su magia. Era también un mago un poco especial, porque tenía alergia a un montón de alimentos, y tenía que tener muchísimo cuidado con lo que se llevaba a la boca. Constantemente le invitaban a fiestas y celebraciones, y él aceptaba encantado, porque siempre tenía nuevos trucos y juegos que probar. Al principio, todos eran considerados con las alergias del mago, y ponían especial cuidado en preparar cosas que pudieran comer todos. Pero según fue pasando el tiempo se fueron cansando de tener que preparar siempre comidas especiales, y empezaron a no tener en cuenta al buen mago a la hora de preparar las comidas y las tartas. Entonces,después de haber disfrutado de su magia, le dejaban apartado sin poder seguir la fiesta. A veces ni siquiera le avisaban de lo que tenía la comida, y en más de una ocasión se le puso la lengua negra, la cara roja como un diablo y el cuerpo lleno de picor