Cuento la manía de la rana rockera.
La manía de la rana rockera
La rana Paca cambió su vida el día que vio la televisión por primera vez. Era un concierto de rock, y la rana Paca quedó fascinada. Pero no por la música, sino por las melenas de los cantantes.
- ¡Oh! ¡Qué pelo tan largo y bonito! Yo quiero algo así, que se note que soy especial.
Pero Paca solo era una rana. No había ido a la escuela y ni siquiera sabía que las ranas no tienen pelo, así que pensó que el pelo le saldría si se dedicaba a dar conciertos. Su croar de rana no encajó bien ni con el rock, ni con la ópera, ni con el pop, pero ella siguió dando conciertos allá donde iba. Viajó por pueblos y ciudades, por el mar y la montaña, por calles y jardines… hasta que un día dio su recital en una peluquería.
Mientras cantaba sin que nadie supiera que allí había una rana, el peluquero cortaba el pelo a un cliente. Un largo mechón fue a caer precisamente sobre la cabeza de Paca y esta pensó, al verse con tanto pelo sobre su cabeza, que su sueño por fin se había hecho realidad.
Emocionada, cantó con tanta fuerza y entusiasmo que despertó a Fredo, el gato del peluquero. Este, al ver aquel montón de pelo en movimiento saltó sobre él y se lo zampó pensando que se trataba de un ratón.
A Paca no la salvó su largo pelo, ni su estilo musical. La salvó ser una rana, porque a Fredo no le gustó el tacto frío y resbaladizo de su piel y la escupió; pero las huellas de aquel ataque quedaron para siempre marcadas con grandes cicatrices en la piel de Paca. Y también en su memoria, pues así aprendió que ser rana tenía también su lado bueno.
A partir de ese momento Paca estudió todas las ventajas de ser rana y la mejor forma de aprovecharlas, y creó una escuela para ranas de la que salieron las ranas más habilidosas y felices.
¡Vamos a trabajar el cuento, ahora que aún está fresco!
Un minuto para pensar...
Paca está tan obsesionada con su aspecto, que pone en peligro su vida por él ¿Merece la pena? ¿Por qué tipo de cosas podría uno ponerse en riesgo? ¿Has llegado alguna vez estar tan preocupado por algo que le has dado más importancia de la que tenía? ¿Qué cosas perjudiciales te ha llevado a hacer esa obsesión?
Una buena conversación
Explícale a tu hijo la diferencia entre tener como objetivo un sueño (algo difícil de conseguir pero que tiene un sentido y nos hace mejores) y un capricho (algo en lo que nos empeñamos solo porque sí). Háblale de tus propios sueños o caprichos que hayas podido tener en tu vida, y muéstrale por qué solo los primeros merecían la pena.
¿Y si pasamos a la acción?
Vamos a intentar sacar ventaja de aquello que a priori no nos gusta y no podemos cambiar. Puede ser la estatura, el aspecto, fuerza, velocidad, tono de voz... Podéis comprar o fabricar una ranita de esas huecas por dentro con la boca abierta y disfrazarla de estrella del rock. Cada uno elegirá una cualidad que no le guste de sí mismo. Cuando la use de forma positiva, lo escribirá en un papel, lo doblará y lo echará en la rana. Cuando consigáis llenarla, podréis leer todas las formas de usar vuestras cualidades y celebrarlo haciendo algo especial en familia.
Ficha del cuento
Valores:Aceptarse
Enseñanza:Aceptarnos tal como somos, sin caer en caprichos poco realistas, es el primer paso para sacar lo mejor de nosotros mismos, evitar los complejos y construir una sana autoestima
Ambientación:Varios conciertos y una peluquería
Personajes:Una rana y un gato
https://cuentosparadormir.com/infantiles/cuento/la-mania-de-la-rana-rockera
La rana Paca cambió su vida el día que vio la televisión por primera vez. Era un concierto de rock, y la rana Paca quedó fascinada. Pero no por la música, sino por las melenas de los cantantes.
- ¡Oh! ¡Qué pelo tan largo y bonito! Yo quiero algo así, que se note que soy especial.
Pero Paca solo era una rana. No había ido a la escuela y ni siquiera sabía que las ranas no tienen pelo, así que pensó que el pelo le saldría si se dedicaba a dar conciertos. Su croar de rana no encajó bien ni con el rock, ni con la ópera, ni con el pop, pero ella siguió dando conciertos allá donde iba. Viajó por pueblos y ciudades, por el mar y la montaña, por calles y jardines… hasta que un día dio su recital en una peluquería.
Mientras cantaba sin que nadie supiera que allí había una rana, el peluquero cortaba el pelo a un cliente. Un largo mechón fue a caer precisamente sobre la cabeza de Paca y esta pensó, al verse con tanto pelo sobre su cabeza, que su sueño por fin se había hecho realidad.
Emocionada, cantó con tanta fuerza y entusiasmo que despertó a Fredo, el gato del peluquero. Este, al ver aquel montón de pelo en movimiento saltó sobre él y se lo zampó pensando que se trataba de un ratón.
A Paca no la salvó su largo pelo, ni su estilo musical. La salvó ser una rana, porque a Fredo no le gustó el tacto frío y resbaladizo de su piel y la escupió; pero las huellas de aquel ataque quedaron para siempre marcadas con grandes cicatrices en la piel de Paca. Y también en su memoria, pues así aprendió que ser rana tenía también su lado bueno.
A partir de ese momento Paca estudió todas las ventajas de ser rana y la mejor forma de aprovecharlas, y creó una escuela para ranas de la que salieron las ranas más habilidosas y felices.
¡Vamos a trabajar el cuento, ahora que aún está fresco!
Un minuto para pensar...
Paca está tan obsesionada con su aspecto, que pone en peligro su vida por él ¿Merece la pena? ¿Por qué tipo de cosas podría uno ponerse en riesgo? ¿Has llegado alguna vez estar tan preocupado por algo que le has dado más importancia de la que tenía? ¿Qué cosas perjudiciales te ha llevado a hacer esa obsesión?
Una buena conversación
Explícale a tu hijo la diferencia entre tener como objetivo un sueño (algo difícil de conseguir pero que tiene un sentido y nos hace mejores) y un capricho (algo en lo que nos empeñamos solo porque sí). Háblale de tus propios sueños o caprichos que hayas podido tener en tu vida, y muéstrale por qué solo los primeros merecían la pena.
¿Y si pasamos a la acción?
Vamos a intentar sacar ventaja de aquello que a priori no nos gusta y no podemos cambiar. Puede ser la estatura, el aspecto, fuerza, velocidad, tono de voz... Podéis comprar o fabricar una ranita de esas huecas por dentro con la boca abierta y disfrazarla de estrella del rock. Cada uno elegirá una cualidad que no le guste de sí mismo. Cuando la use de forma positiva, lo escribirá en un papel, lo doblará y lo echará en la rana. Cuando consigáis llenarla, podréis leer todas las formas de usar vuestras cualidades y celebrarlo haciendo algo especial en familia.
Ficha del cuento
Valores:Aceptarse
Enseñanza:Aceptarnos tal como somos, sin caer en caprichos poco realistas, es el primer paso para sacar lo mejor de nosotros mismos, evitar los complejos y construir una sana autoestima
Ambientación:Varios conciertos y una peluquería
Personajes:Una rana y un gato
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