Cuento escrito,El mago y las manzanas.


             El mago y las manzanas
Erase una vez, un mundo en el que cada vez había menos comida. Casi no había fruta, ni carne, ni pescado, ni verduras y todos las personas y animales empezaban a tener hambre.
Entre todos repartían la poca comida que había para que todos tuvieran siempre algo que comer, pero estaban muy preocupados porque la comida se estaba acabando.
Un día, una niña que se llamaba Dora iba paseando por el bosque. Su mamá le había pedido que fuera a buscar frutos de los árboles. De repente, vio una cesta que brillaba mucho y, cuando se acercó, se dio cuenta de que estaba llena de manzanas.
Dora fue corriendo a coger la cesta, pero oyó una voz muy fuerte que le dijo:
- Soy el Mago de las Manzanas mágicas. Si coges esta bonita cesta de manzanas tendrás que darle un buen uso para que la magia continúe.
Dora cogió la cesta y, rápidamente, se fue corriendo mientras pensaba qué hacer con las manzanas.
Cuando llegó a su casa las escondió sin que nadie se diera cuenta y siguió pensando sobre el buen uso que podría darles. Ni siquiera se atrevió a probar ninguna de las manzanas.
Los días pasaban y cada vez había menos comida. Los habitantes de aquel mundo ya sólo comían una vez al día y, poco a poco, todos comenzaron a ser más egoístas. Algunos guardaban toda la comida que podían en sus casas sin compartirla con los demás. Tenían tanto hambre que querían todo para ellos sin importarles que los demás tuvieran comida o no.
Un día, Dora se encontró con un amigo que se llamaba Ramón. El pobre de Ramón llevaba más de un día sin comer nada porque en su casa no había nada de comida para él ni para su familia.
- Ramón, ¡tengo una idea!, pero es un secreto y no se lo puedes contar a nadie – dijo Dora
Dora llevó a su amigo a su casa y le ofreció algunas manzanas. Ramón, muy contento, se las llevó y se fue muy agradecido.
Cuando Ramón se fue, llegó otro amigo de Dora que se llamaba Luis que, muy triste y hambriento, le dijo:
- Dora, llevo más de dos días sin comer. En mi casa no tenemos nada. ¿Sabes dónde puedo encontrar comida?
Dora sacó varias manzanas y se las dio a Luis para que las comiera con su familia.
Luis, es un secreto y no se lo puedes contar a nadie – dijo Dora
Luis se fue corriendo a su casa para comer las manzanas y Dora se quedó mirando la cesta. Ya sólo quedaba una manzana y Dora tuvo muchas ganas de cogerla y comérsela. Pero no se atrevió porque en su casa todavía había algo de comida y quería guardarla por si más adelante ella o alguien tenía hambre.
De repente, un hombre con barba blanca y muy larga apareció en su casa. Era el Mago de las Manzanas Mágicas.
- Dora, ¿qué has hecho con las manzanas mágicas? – le preguntó el mago
El mago y las manzanasDora, muy asustada, le contó al mago que había dado varias manzanas a varios amigos que tenían mucha hambre. Cuando le enseñó la cesta el mago, muy sorprendido, le dijo:
- ¡Pero si sólo queda una manzana!
Dora se puso muy nerviosa y no sabía qué hacer. Quiso pedir perdón al mago por no haber guardado más manzanas, pero el mago, con una gran sonrisa, llevó a Dora fuera de su casa.
Cuando Dora salió, vio como todo estaba lleno de comida y como todo el mundo comía y reía.
Te dije que si dabas un buen uso a las manzanas la magia continuaría y la magia ha hecho que siempre haya comida para todos y nadie vuelva a pasar hambre – dijo el Mago
Todos los habitantes agradecieron a Dora que hubiese sido tan buena compartiendo las manzanas con quien tenía hambre en vez de comérselas todas ella y aprendieron que siempre es mejor compartir con los demás todo lo que tenemos.
Ficha del cuento
Edades:A partir de 8 años
Valores:generosidad, bondad, ayudar, egoísmo, compartir

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